pinceladas
Ella tenía un marido
Que ya no la quería
Un virtual amante
Con quien solía
intercambiar deseos
y hasta un amigo
con derecho a roce
que hacía con que la amaba
esporádicamente.
Despues estaba él
Él era aparte.
Él era un bálsamo
Su mejor terapia
Su medicina cotidiana
Su consuelo
Su tiempo de ternura
Y de reírse.
El era su elixir
De la felicidad
Mila
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